Han pasado cuatro años de mi vida, ¿Cuatro maravillosos años? No lo sé, pero lo que si se es que me he topado con personas que valen la pena, de las que he aprendido, me han inspirado y con las que he compartido gratos momento, también me he topado con alguna que otra persona desagradable que me han hecho tener momentos no gratos, sin embargo también se los agradezco por el simple hecho de ayudar a mi crecimiento personal.
No puedo creer que llegue el momento de decir Adiós. Nuevamente tendré que movilizar mi humanidad hacia otro paradero, la incertidumbre de lo que pasará me mata y me emociona a la vez; mis sueños y anhelos deseo realizarlos pronto. Parece que fue ayer cuando mi mama me regañaba por que estaba empacando hasta mi gato, me parece que fue ayer la última vez que lloré deprimida por estar lejos de mi familia, que fue ayer la primera vez que sentí esa añoranza y ese miedo que se siente al encontrarse uno sólo sin comodidades, sin tu “rutina” diaria, lejos de las personas que te quieren, que te apoyan y te animan.
Parece que fue ayer cuando escuchaba al grupo marrano en el departamento de mi estimado pejejin, jajajaja ¡que días aquellos! y que tal cuando fuimos a hacer un trabajo y peje nos recibió en pijamas. Ya no me pondré tan melancólica aun que lo este, pero es que es increíble ver como el tiempo ya pasó. Cuando me enteré que el viernes tocará el mariachi en la fuente me quede atónita y sorprendida, quien iba a pensar que ese día tan pronto llegaría.
El momento de partir nuevamente ha llegado, comenzar otra vez, ahora con nuevas responsabilidades y otros aires (que sinceramente ya los necesitaba) chicos siempre los llevaré en mi corazón. Muchas gracias a todos aquellos que me dieron la mano y aquellos que no también.
